Las plantas nos hablan y nos dicen si va a llover
Quienes amamos la naturaleza indudablemente estamos rodeados de plantas, las cuidamos, las recortamos y regamos e inclusive muchos solemos hablar con ellas para que crezcan sanas y fuertes.
Las plantas necesitan del agua para vivir, y aunque muchas tienen la capacidad de adaptarse a las condiciones hostiles del tiempo según la zona en las que se desarrollan, cualquier exceso les afecta, especialmente en esta temporada en la que las lluvias son constantes, generalizadas e inclusive torrenciales.
¿Tienes árboles y plantas en casa?, porque hoy te voy a contar de qué manera algunas de las tantas plantas y flores nos pueden advertir que viene pronto la lluvia, si las tienes, ¡simplemente obsérvalas!…
Cuando mires los capullos del tulipán cerrados, es muy probable que ese día llueva, ya que éstos detectan la humedad en el ambiente y al cerrarse protegen su polen evitando que la fuerza de la precipitación lo esparza.
Si tienes lirios de agua y no miras las flores blancas flotando en un día soleado, es anuncio de que lloverá. Si las hojas de tus helechos se desenrollan, es clara señal de que ese día, el tiempo tampoco estará en buenas condiciones.
Otra manera en la que las plantas nos hablan es por medio del sentido del olfato, ya que las flores de muchas de ellas comienzan a emitir fuertemente su aroma cuando el aumento de humedad se hace presente. Ejemplos de ello son el jazmín y las lilas.
Asimismo, existen árboles y plantas a los que de manera singular les llamamos “llorones”. Ejemplos de plantas lloronas son la alocacia, mejor conocida como oreja de elefante y la monstera, conocida también como costilla de Adán o manos de gigante, ambas pueden ser muy buenos meteorólogos durante el día.
Y esto se debe a que cuando existe gran cantidad de humedad en el ambiente, el proceso de evaporación natural y constante que tienen las plantas, se recarga y se vuelve muy lento, por lo que el exceso de humedad comienza a salir por sus hojas en forma de gotas.
A su vez, estas gotas aumentan y liberan el néctar de las flores y cambian la posición de las hojas, así como de los pétalos y las ramas de la planta. A este proceso se le conoce científicamente como “gutación”, que en latín significa: una gota, ¡maravilloso, verdad?, ahora ya sabes que no por casualidad tus jazmines comienzan a emitir ese aroma tan rico por las noches.
No obstante, debemos tener presente que estos avisos o cambios que observamos en nuestras plantas, nos estarán alertando de posible lluvia siempre y cuando las mantengamos bien cuidadas, fuertes, sanas y sobre todo, con correcta cantidad de riego.
Pues en muchas ocasiones se pueden confundir esas gotas que transpiran con la “evisceración”, que son gotas de savia que se producen debido a la humedad emitida por la propia planta tras la absorción de agua desde sus raíces y transportada hacia las hojas, y no se debe a “anuncio de lluvias” por aumento de humedad en el aire, sino a un excesivo riego de nuestra parte. Para evitar que se presente esta situación, se recomienda disminuir su riego en días lluviosos y en los que por ende, hay gran cantidad de humedad ambiental.
Como se podrán haber dado cuenta, existen varias maneras en las que las plantas nos hablan, ya sea a través de su olor, de su forma, o de las gotitas que se quedan suspendidas en la superficie de sus hojas.
En tiempos remotos, el hombre, con gran capacidad de observación y en constante contacto con la naturaleza, entendía perfectamente su lenguaje, entablando una comunicación de ayuda mutua, en la que este era alertado del estado del tiempo de manera natural por las mismas o simplemente, a manera de “auxilio”, para darles la cantidad de riego adecuado.
Volvamos a tener esa capacidad de observación, volteemos la mirada a esa flor, a ese tallo, a esas hojas que nos hablan a diario y que muchas veces pasamos de largo, sin darnos cuenta. Por: Arle