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Glaciares de la Antártida, con panorama crítico

Glaciares de la Antártida, con panorama crítico

Para evitar el aceleramiento drástico del derretimiento de glaciares en la Antártida, que causaría un aumento incontenible del nivel del mar, hace falta que los mayores contaminadores de carbono del mundo reduzcan las emisiones de manera más agresiva.

Unas 200 naciones han presentado, con las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, bajo el Acuerdo de París, unas metas de reducción de emisiones.

La investigación de la revista Nature, muestra que si la humanidad logra el calentamiento global a 2°C, la Antártida seguirá perdiendo hielo a un ritmo constante durante el siglo XXI.

Si se superan los 2°C, para el 2060 el deshielo de la Antártida experimentaría un salto abrupto en el deshielo.

Con lo anterior, casi duplicaría su contribución al nivel del mar para el 2100.

Esto se debería a procesos descontrolados que se desencadenarían de no controlarse las emisiones, sobre todo en la capa de hielo de la Antártida occidental en peligro.

Glaciares, en jaque

Aunque minimizar el calentamiento global es la mejor opción, los científicos aún no están seguros de cuánto hielo desaparecerá y con qué rapidez.

Existen procesos que pueden hacer que los grandes glaciares de la Antártida pierdan terreno:

La inestabilidad de la capa de hielo marino o inestabilidad de las plataformas de hielo marino es el primer proceso y gran parte de la Antártida occidental se describe como tal.

El hielo se asienta en una cuenca más pequeña que está por debajo del nivel del mar.

Los bordes se van derritiendo hacia el centro más profundo y más alto.

El frente del glaciar se vuelve más grueso y ejerce presión sobre la plataforma de hielo que lo retiene, y la corriente fluye al mar más rápido.

La preocupación de la comunidad científica deriva de que este proceso puede estar en marcha en el glaciar Thwaites, en el corazón de la Antártida occidental y frena varios metros del aumento global del nivel del mar.

Por otro lado, la inestabilidad de los acantilados de hielo marino es el otro proceso, en el que se pierde el hielo de los acantilados, dejando abierta la posibilidad de que colapsen.

Para visualizar mejor el futuro de la Antártida, el estudio utilizó un modelo de física de la capa de hielo que incorpora ambos.

Diferentes panoramas

Los autores tomaron en cuenta el escenario del calentamiento según el acuerdo de París de 2°C, el escenario aspiracional de 1.5°C y el de 3°C.

Al respecto, te compartimos esta infografía:

De cruzarse esos límites, las probabilidades de detener el retroceso de los glaciares en la Antártida, no son esperanzadoras.

Los autores descubrieron que aun al seguir las promesas del Acuerdo de París en combinación con tecnología de eliminación de carbono atmosférico a partir de finales de este siglo, los niveles del mar seguirían aumentando por cientos de años.

Para ello, la tecnología tendría que explotarse durante los siguientes 40 años, pero actualmente el desarrollo de ésta aún se encuentra en fase temprana.

“Una vez que alcanzas este umbral, no puedes retroceder”, dice el coautor del estudio Andrea Dutton, investigador del nivel del mar en la Universidad de Wisconsin-Madison.

Conclusiones diferentes

La realidad es que ningún panorama es seguro. Así lo comprueba otro estudio igualmente publicado por Nature.

“Lo que estamos diciendo es que cuando observamos muchos modelos climáticos diferentes y modelos de capa de hielo, la cantidad de respuesta de la Antártida al cambio climático varía mucho”, dijo Tamsin Edwards, científica climática del King’s College London y autora principal del segundo estudio.

Cualquiera que sea el modelo más preciso, Dutton dice que es importante comprender que la capa de hielo de la Antártida tiene un punto de inflexión.

“Y existe una posibilidad real de que estemos muy cerca de eso. Y tenemos que hacer todo lo que esté a nuestro alcance para evitar que eso suceda”, afirma.

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