Inicia periodo más loco y errático de la temporada de huracanes
El mes de octubre ha iniciado y estamos llegando a la última etapa de la temporada de ciclones tropicales en nuestra zona, la cual también sobresale por ser un periodo de transición a la llegada de los primeros frentes fríos de la temporada y el inicio de la temporada invernal. Es en este mismo periodo, es cuando las cosas se ponen un poco locas en la zona debido a la constante lucha entre sistemas meteorológicos tropicales y la aparición gradual de los primeros sistemas invernales.
En este momento del año todavía se puede tener una importante formación de ciclones tropicales en la zona del Caribe, Atlántico y Golfo de México, la cual comienza a disminuir para el mes de noviembre. Sin embargo, también, empiezan a aproximarse los primeros frentes fríos a nuestras latitudes, iniciando un proceso temporal de interacción con los ciclones tropicales.
Lo anterior complica un poco y vuelve muy variables los patrones de circulación atmosférica, ya que las corrientes de aire polar y masas de aire frío que empiezan a penetrar un tanto más a nuestras actitudes, tienen un fuerte influencia sobre las trayectorias intensidades de los ciclones tropicales. En ocasiones, los vuelve estacionarios, lo cual los hace intensificarse rapidamente a huracanes mayores, de igual forma los vuelve muy erráticos y con trayectorias completamente diferentes a las tendencias normales de un ciclón, que es hacia el norte o noroeste, o bien: pueden llegar a estar en equilibrio ciclón y frente frío, formando un sistema híbrido que genera lluvias potenciales en la región.
Lo anterior es debido a que el aire frío siempre tiene mayor influencia sobre los ciclones tropicales debido a su densidad, lo cual también en muchas ocasiones aleja a cualquier ciclón que se pueda acercar a nuestra zona, salvandonos de un impacto inminente.
Huracanes locos forever
Tal vez lo más peligroso en esta última etapa de la temporada de ciclones, son las trayectorias extremadamente erráticas que pueden llegar a presentarse cuando hay una interacción con sistema meteorológicos polares. Ejemplo de ello fue lo que ocurrió con el huracán Isidore, que ya había tenido un movimiento natural hacia el noroeste, y un frente fríos se encargó de que las cosas dieran un giro completamente diferente, afectando directamente nuestra zona. De igual forma, el huracán Wilma se mantuvo muchos días estacionario y con movimiento muy lento, lo cual hizo que se convirtiera en un huracán mayor, impactando por muchas horas la constan norte de Quintana Roo, efecto de la influencia de sistemas frontales que ya habían empezado a moverse hacia nuestras latitudes.
Si llegara a haber alguna amenaza de ciclón tropical para estos meses del año, es muy importante mantenernos atentos, ya que aunque las predicciones muestren alguna tendencia en general, las interacciones polar tropical anteriormente descritas, podrían encargarse de cambiar drasticamente la evolución de estos ciclones tropicales de una manera muy rápida.