Tormentas en la Península: ¿Cada vez más violentas?
Se aproxima agosto y el panorama a largo plazo señala que seguiran y se incrementarán las lluvias en la Península de Yucatán, lo cual continuará favoreciendo tardes con tormentas eléctricas fuertes, posiblemente acompañadas de turbonadas y granizadas. Te explicamos cuáles son los factores de riesgo para esta época y que está pasando con las tormentas en los últimos años.
Independientemente de las afectaciones que pueda generar un ciclón tropical en esta época del año, que definitivamente son los sistemas meteorológicos más peligrosos en la zona; la llegada de ondas tropicales, vórtices en altura y vaguadas provocan tormentas importantes en la geografía peninsular, que pueden llegar a dejar daños importantes.
Por ejemplo, las turbonadas son de los riesgos meteorológicos más temidos dentro de una tormenta, porque los vientos llegan a alcanzar velocidades de entre 50 y 100 km/h, causando caída de árboles y daños a estructuras. De la misma manera, la actividad eléctrica abundante puede ser un riesgo significativo, causando daños en aparatos electrodomésticos o incluso poniendo en peligro la vida de las personas.
En zonas costeras sobresalen las turbonadas, aunque también se forman trombas marinas que amenazan a las embarcaciones pequeñas. Otro fenómeno como el granizo también puede estar presente en las tormentas, sin embargo, solo se han registrado en tamaño pequeño, sin que pueda ser una amenaza para la población. Finalmente, aunque no tan frecuente, las inundaciones, generalmente relacionadas con sistemas meteorológicos de gran extensión.
¿Están volviéndose más violentas las tormentas en la Península de Yucatán?
En muchas ocasiones, una tormenta vespertina ordinaria puede desencadenar lluvias muy intensas, turbonadas y actividad eléctrica importante que al final termina sorprendiendo a la población con daños. No obstante, dentro de los parámetros meteorológicos, las tormentas se comportan generalmente como normalmente debe ser, salvo algunas excepciones.
No hay duda que el cambio climático puede influir en la severidad de las tormentas, pero hay un factor importante que podría estar dando una falsa sensación de tormentas más extremas y destructoras: El crecimiento urbano. Hace décadas, las ciudades en la zona de la Península de Yucatán eran más pequeñas y la infraestructura más sencilla. También existía un mayor número de áreas verdes en las zonas urbanas, con vegetación madura y bien agarrada a los suelos.
En la actualidad, las ciudades han crecido y la infraestructura aumentó considerablemente, lo cual le da a las tormentas un mayor número de objetos para destruir. En lo que se refiere a los árboles, existen muchas zonas de áreas verdes nuevas, con árboles jóvenes o recién sembrados que fácilmente son arrancados por los fuertes vientos de una turbonada. Esto definitivamente vuelve más vulnerable una zona urbana, aparentando que las tormentas son peores que en el pasado. Otra cosa importante es la basura y la mala planeación urbana que aumenta el riesgo de inundaciones.
En este sentido, es importante pensar una una nueva planeacion de construcción de infraestructura, que no sea tan vulnerable a fenómenos meteorológicos que van a seguir presentándose en el futuro y que son comunes en la región. Y si hablamos de ciclones tropicales, pues ya vimos lo que ocurrió el pasado 2020.