“La última zona helada” pierde terreno
En “La última zona helada”, como se le conoce, aparecieron grandes extensiones de agua debido a las condiciones atmosféricas del año pasado. El 14 de agosto se registró la menor concentración de hielo marino en este territorio: un 52% de lo calculado habitualmente desde 1979.
Este fue el escenario de un estudio publicado por la revista Nature Communications Earth & Environment y retomado por “El País”.
La zona se ubica en el mar de Wandel, al norte de Groenlandia. Incluso al subir la temperatura en verano, se mantenían las capas de hielo compacto y grueso, razón por la cual los expertos confiaban en que se mantuviera así. Contradiciendo a las predicciones, el año pasado la capa más superficial de hielo se derritió y dejó grandes extensiones de agua.
Condiciones atmosféricas de 2020
Un equipo de la Universidad de Washington dirigido por Axel Schweiger aplicó las condiciones de la atmósfera del 2020 a las condiciones del mar de cada año desde 1979 por medio de simulaciones por ordenador. También recrearon las condiciones marítimas de 2020 con las atmosféricas de cada año del mismo intervalo.
Concluyeron que, con las condiciones de 2020, la mayor parte de años anteriores hubiera tenido menos hielo que el que tuvieron. Confirmando que las condiciones atmosféricas de temperatura y viento fueron el principal impulsor de los cambios que sufrió esa zona el año pasado, mientras que la cantidad de hielo significó un papel secundario.
Si bien no hay grandes diferencias entre las temperaturas de este año y los anteriores, los expertos señalan que la reducción progresiva de las capas más finas de hielo, ha ocasionado que la zona se vuelva más vulnerable a las condiciones climáticas. “Si el calentamiento continúa, es probable que las condiciones atmosféricas de 2020 se repitan más a menudo”, explica Schweiger.
El Mar de Wandel y su importancia
El mar Wandel y “la última zona helada” son el hábitat de la mayoría de los animales del Ártico. Expertos consideran que este es el espacio en el que se refugiarían ciertas especies al derretirse el resto del hielo durante el verano.
“Apenas tenemos datos históricos o actuales y la realidad es que hay más preguntas que respuestas sobre el futuro de estas poblaciones” dice Kristin Laidre, una de las autoras del estudio.
“Los cambios en el hielo marino del Ártico tienen consecuencias inmediatas en los climas que van mucho más allá de este mar. Estos cambios afectan a la circulación de aire en la atmósfera, lo que favorece las temperaturas más extremas en las latitudes medias”, explica sobre el trabajo Marcel Nicolaus, del Instituto Alfred Wegener de Investigaciones Polares y Marinas de Bremerhaven (Alemania), y que no ha participado en el estudio.
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